Vivencia: En clave poética @ Escuela Móvil

"Deja que tu hijo camine la ciudad"
por Mariquita Heit
 

[domingo, 31 de octubre de 2010]

Fotos por: María Alejandra Mendoza

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Tu hijo tiene que transitar tu ciudad, porque es ahí donde acontece su vida.
Podés darle una cama maravillosa, un patio gigante, pero seguirá siendo un lugar dentro del gran espacio que es la vida de afuera. La vida de la gente, la vida que va a vivir tarde o temprano: la vida que debe conocer para saber si le gusta o no le gusta, para saber si la alimenta o la cambia.

 

Elegí tu ciudad todos los días, enojáte, enamoráte de ella,
de sus calles, su gente.

Dejá que tus hijos hagan eso:
que caminen las calles, que esperen los semáforos, apuren el paso, miren las caras desconocidas y alimenten la confianza con una sonrisa.

Dejá que tu hijo camine en tu ciudad,

que vaya de un lado al otro y construya su propia historia allí,
porque así es como las ciudades crecen,
no crecen con edificios ni lugares...
¡¡¡crecen con personas que escriben sus historias en ellas!!!

La seguridad crece así... las ganas de no tener miedo, de enfrentarse;
deja que la camine, y -al principio- lleválo de la mano, porque vos sos su vínculo más seguro y desde allí contruirá sus demás vínculos;
después, soltá su mano y sólo mirálo marcharse.

Pasado un tiempo, quédate en casa, a esperar que llegue a contarte sus maravillosas historias... Vividas en su ciudad... Vividas en su historia...

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