jueves, 25 de noviembre de 2010

Artistas de la tribu: Poesía @ Mabel Zimmermann.

Mabel Zimmermann, aquí, nos comparte 3 de sus poemas que forman parte de un variado poemario aún no editado. 



8
Atravesada por palabras que esconden los ojos
Obstruyen el suspiro
Clausuran la boca

Palabras escritas en la completa superficie interior de la carne.

Atravesada por palabras
eleva los párpados cegados
suspira atardeceres vacíos
empujará la voz inevitable.



9
La luna entona su voz enamorada
encendiendo margaritas
soltando grillos en alcantarillas
amaneciendo en siluetas desvanecidas.

La luna asalta las calles viejas
Las profundas calles perfumadas del pueblo
Y las perfora con blancos tiesos como momias.

Pero el beso enamorado se encarama en ella
Y destierra los fantasmas
Y los hunde en un olvido de gemidos.

La luna es blanca
Como la voz del ángel
Como la nada.


10
Vengo de un lugar que tiene cicatrices en todos sus ojos
Y en todas sus palabras
Donde la fragancia de jazmines
muertos resucita
en mis manos.

Vengo del viento árido de la muerte
del puente angosto de una amigable soledad
                      para encontrarte

Selva húmeda
Manantial virgen
Animal huérfano
Magnolia en sombra

Yo vengo sin piel y sin infancia ni vejez
Sin ojos ni fotografías
Para decirte mi antiguo miedo
en un eterno volverme grillo patio aljibe mesa mantel almohada de
                     corales

para beberte como las rosas madrugadas al rocío.

Cuando me atrevo
deshago el silencio
reconstruyo el espejo
Tarde muda de los árboles

Noche inmensa de ausencias
Alba demorado.
Y yo arena de mar bravío
Luz luciérnaga
Corchea sola.

¿Es acaso tan imprudente la vida
tan permeable la muerte
para habitarme ambas
siempre?

No voy a permitirle arrancarme
No voy a dejarme llevar
No voy a poder quedarme

siempre
a tu lado
Ya lo sé.

Pero no me arrepiento del paréntesis
del entrecomillado
de esta media tarde merienda mermelada de naranjas descanso.

Postergaré la noche con las uñas
Aplazaré tu paso con los pájaros
¿O no me viste apresurando mediodías
agitando las abejas para robarles miel
empujando soles sobre el horizonte?

Los instantes serán eternos por decreto de soledad,
por ley del miedo,
será amnistía con la muerte
suspiro de mi vida.

Debería pedirte que me ocultes me consueles me rescates
Pero tu sol está plantado en mi esquina de fresia y no sabe más que
                 brote de trinos tibios.

Me iré
sola
me iré

Y cuando regrese voy a esperarte entre los grillos, en el patio grande,
en el aljibe, mesa mantel almohada de corales para rozarte con el aire de mis huesos florecerte en un sueño
perdonarte.

Sólo que es tan antigua la despedida
tan acuciante la tarde
Que no quedan grillos
para imaginar
mi bienvenida.

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